domingo, 28 de noviembre de 2010

El racismo y los votos de la vergüenza

Esta campaña ha servido para realizar un experimento muy peligroso dentro del partido conservador y nacionalista español, Partido Popular de Cataluña. Como siempre las elecciones catalanas son esperadas con un perfil muy bajo dentro de esta formación cuyos escaños parecen congelados elección tras elección atrapados entre un techo y un suelo electoral tan angosto como solido.
El videojuego racista de Alicia Sanchez-Le Pen

Tras las elecciones de 2006 pareció abrirseles el suelo, puesto que surgió Ciudadanos una formación con vocación españolista que se propuso disputarles el voto de aquellos disconformes con la progresiva construcción nacional ampliamente compartida en la sociedad y política catalana.

Pero de la mano de las siguientes elecciones, las municipales de 2007 que iluminaron la bombilla de alguien en el PP catalán, se inaguró una estrategia que de confirmarse los datos provisionales está dando sus frutos. En las elecciones de 2007 apareció el fenómeno Plataforma por Catalunya del tristemente famoso Anglada, una formación racista y xenófoba cuyo epicentro está en la ciudad de Vic.

Pero el PP se ha sabido adelantar a esta formación y realizar una campaña tan vergonzosa como supuestamente exitosa, cazando inmigrantes en Videojuegos y también a pie de calle detrás de los gitanos de Badalona, escarbando de esta manera un pequeño escape en ese techo electoral que tanto ha marcado a la formación catalana. No obstante, aunque la Plataforma por Catalunya pueda ver frustrada su entrada en el Parlament, PxC no le está yendo del todo mal en el extrarradio barcelonés, en Santa Perpetua de Mogoda me informan que PxC lleva un 7,8% del voto con el 15% por ciento escrutado por delante de ERC.

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